Estos dos virus comparten su forma de transmisión, por lo tanto es muy común encontrar pacientes infectados con ambos, lo cual se le llama co-infección. Los dos virus se transmite por el contacto de sangre contaminada con la sangre de una persona sana.
De acuerdo con la CDC Centro de Enfermedades Contagiosas de los Estados Unidos la incidencia de co-infección de ambos virus es alta. En USA al menos 1 de cada 4 infectados con el VIH también lo está del virus de la hepatitis C, los números son considerablemente más altos si la persona es usuario de drogas ilícitas vía inyectable.
La coexistencia de ambos virus hace que el tratamiento de la hepatitis C sea mucho más complicado, ya que el VIH debilita el sistema inmune del cuerpo y por lo tanto disminuye su capacidad de defensa frente a la enfermedad.
A pesar de que actualmente ambos virus son tratables, cuando los dos afectan a una persona, la dificultad del tratamiento se incrementa y el riesgo de sufrir serios efectos secundarios es mayor.